Ejidatarios y lugareños de la presa San Diego comenzaron a cerrar con candado el acceso principal, porque muchas personas, principalmente jóvenes en estado de ebriedad acuden en vehículos a realizar desmanes y dañar el ecosistema, y antes de que se de una tragedia lo decidieron.

De manera consensada tomaron la iniciativa como una medida de seguridad, porque los fines de semana era muy frecuente que muchos jóvenes tomaran como cantina el lugar, muchos de ellos se amanecían, o ahí mismo tomaban, y pues temen que alguien salga dañado, o atropellado, ya que para llegar cruzan el pueblo.

Salen al lugar a velocidad inmoderada, las calles son muy angostas y pueden impactarse con bardas o domicilios.

Ahora la llave únicamente la tienen cinco personas, pero porque tienen parcelas a un costado de la presa, y deben entrar y salir en forma constante.

La presa en este momento está muy seca, aún así es muy admirada por las personas, sin embargo es importante también preservarla.

Actualmente en la presa sigue la presencia de 18 distintas especies de aves migratorias, que le dan un atractivo más al lugar.

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