Durante su reciente visita a Ríoverde y Ciudad Fernández, el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, hizo un llamado a todos aquellos que sienten un vacío espiritual en sus vidas. “Faltando Dios, les falta todo”, expresó con énfasis, subrayando la importancia de adherirse con mayor compromiso a los programas pastorales, siempre con la ayuda del Santo Creador.

Monseñor compartió la alegría de encontrarse con las comunidades de Ciudad Fernández y reflexionó sobre la violencia actual que se vive en el país, destacando que no es un fenómeno nuevo. “Siempre ha existido la violencia, lo vemos desde los indicios que aparecen en la Sagrada Escritura. Pero el verdadero reinicio es con Cristo. Hoy estamos llamados todos a tenerlo en el centro del corazón”, afirmó.

Agregó que quienes se dedican al mal afectan profundamente a las familias y complican la vida de muchas personas. “Vean la realización que, desde Dios, una persona puede tener”, señaló.

Sobre el papel de las familias en la formación espiritual, el Arzobispo recalcó:
“Es importante que cada familia, como la Sagrada Familia de Nazaret, sepa tener a Dios en medio. Hoy es fundamental, por realización personal, por afecto y por valoración de las personas, vivir intensamente el encuentro y el diálogo familiar. Las redes sociales pueden ayudar, pero más valioso es el aprendizaje que se da con la cercanía y la presencia familiar”.

También llamó a fomentar la comunión, el perdón, el respeto y la alegría de convivir. En ese contexto, resaltó la importancia de valorar a los adultos mayores: “Ellos tienen fuerza en la experiencia de vida. Aunque las circunstancias cambien, el ser humano reacciona igual. Escuchar sus palabras y testimonios es esencial para entender nuestro presente”.

Respecto al proceso político que vivirá México el próximo 1 de junio, Monseñor Cavazos Arizpe comentó que, como ministros de culto, tienen prohibido emitir opiniones directas. No obstante, hizo un llamado a la reflexión y a actuar con responsabilidad ciudadana.

Finalmente, al hablar del Papa de Roma, expresó su alegría y esperanza:
“Es Cristo quién envía a su pastor, a su vicario. Invito a todos a conocer su magisterio, el cual ya empezamos a ver con mucha alegría”.

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