La pandemia también ha impactado negativamente en la economía de trabajadoras sexuales, quienes han recurrido a vender gorditas, o un giro muy distinto, para tratar de salir adelante, por el cierre de antros y bares, dijo Selene Paz Martínez, que es la directora de Salud Municipal.
Pese a la situación difícil son conscientes, de que no se puede abrir, y cuando en días pasados se les autorizó con cierto porcentaje de asistencia, lo hicieron con mucha responsabilidad, instalando sus filtros sanitarios.
Están al bordo del colapso, lo mismo que los dueños de estos negocios, quienes tienen mucho tiempo sin abrir totalmente, y esperan ansiosos que mejore la situación del COVID en el Estado. El semáforo días atrás regresó a rojo, y volvieron a cerrar, ahora hay semáforo naranja, pero hay restricciones.
Las trabajadores sexuales acuden cada mes a sellar su tarjeta, pero varias de ellas son diabéticas e hipertensas, y se les proporciona el medicamento.
En este sentido dijo que la administración municipal ha sido condescendientes con ellas, porque a través del alcalde José Ramón Torres García, les han distribuido apoyos alimentarios para apoyarlas un poco ante la contingencia.
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