Por: SIPSE.com
Japón confirmó que Takahiro Shiraishi, mejor conocido por su apodo ‘El Asesino de Twitter’, fue ejecutado en secreto mediante ahorcamiento en el Centro de Detención de Tokio, como es costumbre en el país.
El destino de Shiraishi quedó sellado en 2020, año en el que fue condenado a muerte por el asesinato y desmembramiento de nueve personas en su apartamento a las afueras de Tokio.
Restos humanos fueron hallados en su casa en 2017
Shiraishi, de 33 años, fue arrestado en 2017 luego de que la policía encontrara restos humanos en refrigeradores dentro de su vivienda.
Las víctimas —ocho mujeres, en su mayoría adolescentes, y un hombre— habían expresado previamente pensamientos suicidas en redes sociales, lo que el asesino aprovechó para contactarlas por Twitter, ofreciéndose a ayudarlas a morir.
Sin embargo, tras ganar su confianza, las violó y asesinó, incluyendo al novio de una de las mujeres, a quien mató para silenciarlo.
“El caso tuvo consecuencias extremadamente graves y provocó una gran conmoción e inquietud en la sociedad”, afirmó el ministro de Justicia, Keisuke Suzuki, en una conferencia de prensa.
El funcionario reveló que firmó la orden de ejecución a principios de semana, aunque no presenció la ejecución.
Exigen abolir la pena capital en Japón
La noticia se produce en medio de crecientes llamados tanto nacionales como internacionales para reformar o abolir la pena capital en Japón, especialmente tras la reciente absolución de Iwao Hakamada, un hombre que pasó más de cinco décadas en el corredor de la muerte.
Aun así, Suzuki defendió la continuidad de esta práctica, especialmente ante el aumento de crímenes graves. Además, señaló que una encuesta gubernamental muestra que la mayoría de los japoneses todavía la apoya.
Con la ejecución de Shiraishi, Japón suma 105 reclusos en el corredor de la muerte, de los cuales 49 están en proceso de apelación o revisión judicial.
La política de mantener las ejecuciones en secreto ha sido criticada por organismos de derechos humanos, pues los reos son informados del día de su muerte apenas unas horas antes de ser llevados a la horca.
Japón y Estados Unidos son los únicos países del Grupo de los Siete que aún aplican la pena capital. El último ajusticiado en el país antes de Shiraishi fue un hombre que en 2018 mató a siete personas en el barrio de Akihabara, también en Tokio.
Aunque Japón mantiene una baja tasa de criminalidad, casos como el de Shiraishi han sacudido a la opinión pública por su brutalidad y por el uso de redes sociales como medio para perpetrar los crímenes.
Con información de AP
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