“Las convulsiones que presentan algunos pacientes epilépticos , se deben a descargas eléctricas excesivas de grupos de células cerebrales que pueden producirse en diferentes partes del cerebro y manifestarse como pérdida del conocimiento o la conciencia, movimientos involuntarios, alteraciones en los sentidos (visión, audición y gusto), algunos cambios en el estado de ánimo (risa, llanto), desordenes en la conducta y alteraciones en funciones cognitivas como la memoria y la atención”, informó la Doctora Elisa Hernández Carranza , Responsable de la Red de Atención Psiquiátrica de los Servicios de Salud en el Estado.

La funcionaria estatal precisó que la epilepsia se define como una enfermedad donde ocurren convulsiones espontáneas, recurrentes, no provocadas y que se repiten en ausencia de tratamiento.

“Es una de las enfermedades neurológicas más comunes en el mundo y afecta a todas las edades. En México, la epilepsia tiene una prevalencia de 10-20 casos por 1.000 habitantes, y tan solo en el 2019 se atendieron en San Luis Potosí a 3 mil 105 pacientes con epilepsia inscritos en la Red Estatal de Atención Psiquiátrica de la Secretaria de Salud”.

“El tipo más frecuente de epilepsia es la de tipo idiopática , es decir, la que no tiene una causa identificable. La epilepsia con causas conocidas se denomina epilepsia secundaria o sintomática y puede ser causada por: daño cerebral por lesiones prenatales o perinatales (por ejemplo, asfixia o traumatismos durante el parto, bajo peso al nacer), traumatismos craneoencefálicos graves; accidentes cerebrovasculares que limitan la llegada del oxígeno al cerebro, infecciones cerebrales como las meningitis y encefalitis o la neurocisticercosis, tumores cerebrales, etcétera”, explicó.

La Responsable de la Red de Atención Psiquiátrica de los Servicios de Salud en el Estado, indicó que el diagnóstico de la epilepsia se basa fundamentalmente en la historia clínica: “El electroencefalograma y los estudios de imagen como son la Tomografía Axial Computarizada y la Resonancia Magnética, se usan como procedimientos complementarios al análisis global del paciente”.

“El tratamiento de los pacientes con epilepsia se centra en tres objetivos principales: controlar las convulsiones para disminuir la morbilidad y mortalidad de la enfermedad, evitar los efectos secundarios del tratamiento y mantener o restaurar la calidad de vida”, detalló.

Elisa Hernández Carranza, indicó además que la selección de un medicamento anticonvulsivo se individualiza según el tipo de convulsión, los posibles efectos adversos, las interacciones con otros medicamentos, la presencia de otras condiciones médicas, la edad y género del paciente y el costo del fármaco.

“Además del tratamiento farmacológico con anticonvulsivos se recomienda educación del paciente y sus familiares, calendario de convulsiones (días y numero de convulsiones en la semana) y manejo de otros trastornos presentes como depresión y ansiedad, los cuales son más frecuentes en personas con epilepsia que en la población general”.

“Se puede considerar la suspensión del medicamento anticonvulsivo en pacientes que han estado libres de crisis durante más de dos años. Dichas decisiones se individualizan en función de una evaluación del riesgo de recurrencia de las convulsiones, los efectos adversos del tratamiento farmacológico anticonvulsivo y las consecuencias médicas y psicosociales de una convulsión recurrente”, subrayó la funcionaria estatal.

Finalmente, la Responsable de la Red de Atención Psiquiátrica de los Servicios de Salud en el Estado, Doctora Elisa Hernández Carranza, indicó a los potosinos que pueden acudir a recibir atención especializada, así como un diagnóstico, manejo y seguimiento de la epilepsia en el Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto”, en el área de Consulta Externa de Neurología, siempre solicitando una cita para atención pues en esta contingencia por COVID-19 se siguen protocolos muy específicos para salvaguardar la salud de la población potosina, llamado para ello al Teléfono del Conmutador: (444) 8.34.27.00 al 03.