San Luis Potosí.- Por unanimidad de 23 votos a favor, el pleno del Honorable Congreso del Estado Libre y Soberano de San Luis Potosí, aprobó declarar al” 2021, Año de la Solidaridad medica administrativa y civil que colabora en la contingencia sanitaria del COVID 19”.

Con ello, en toda la correspondencia expedida por los tres Poderes de la Entidad, los organismos constitucionales autónomos, los 58 ayuntamientos del Estado, organismos paraestatales y entes paramunicipales debe inscribirse la leyenda, “2021, Año de la Solidaridad medica administrativa y civil que colabora en la contingencia sanitaria del COVID 19”.

La propuesta fue formulada por la diputada Martha Barajas García, quien solicitó un minuto de aplausos para el personal médico que labora para atender a la población en los diferentes centros.

Se indica que el COVID-19 afectó a todos los sectores y grupos de nuestra sociedad, tal como en los siguientes casos:

En algunos hospitales, el personal médico debió atender pacientes sin la debida protección, ya que no se contaba con los insumos elementales para que el personal médico, de enfermería, administrativo y de limpieza, que se encargan de la salud de los potosinos, pudiera hacer frente a la contingencia sanitaria.

En materia económica, hemos sido testigos del cierre de diversas empresas, las cuales no pudieron resistir los embates de la crisis que deja el paso de la contingencia sanitaria, según el Instituto Mexicano del Seguro Social, en nuestro Estado la contingencia cerró al menos 200 empresas, tal es el caso de la firma HFI en el municipio de Matehuala.

A nuestros trabajadores la contingencia sanitaria los afectó como a pocos, ya que para 16 de julio se habían perdido más de 22 mil empleos formales, en los primeros meses de este año, ya se había dilapidado todas las plazas laborales creadas a lo largo del 2019, situación que afectó el ingreso de las familias, pero también hay impacto en cuanto al incremento salarial, ya que al aumentar la tasa de desempleo, es poco probable que tengamos en los próximos años crecimientos reales en los salarios de nuestros trabajadores; incluso según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, se calcula que en nuestro país hasta 10.7 millones de personas se encuentran en una situación de pobreza laboral.

Siguiendo con las cifras del CONEVAL, la pandemia dejaría a su paso en nuestro país, al menos 9 millones de personas en condición de pobreza, esto se traduce en que las personas no tengan recursos suficientes para adquirir una canasta alimentaria, bienes y servicios básicos.

En este escenario tan complejo que nos deja el virus SARS-CoV2 (COVID-19), hizo que muchas personas buscaran contribuir de manera solidaria, para aquellos grupos que más afecta está situación y ello merece un amplio reconocimiento, y hablamos de manera enunciativa, más no limitativa en los siguientes casos:

  • El personal médico y de enfermería que se desempeña o se desempeñó en los centros de atención COVID, en los que trabajó largas jornadas, sacrificando algo más que su esfuerzo para dar una esperanza de vida a los pacientes;
  • Al personal administrativo y de limpieza que se desempeña o se desempeñó en los centros de atención COVID, los cuales realizan funciones trascendentales para la atención de los pacientes y para evitar la propagación del virus dentro de los hospitales;
  • Al empresario que busco desde su trinchera la manera en afectar al menor número de personas en la pérdida del empleo, asumiendo costos que le permitieran no disminuir su plantilla laboral;
  • Al trabajador que aportó esfuerzo y paciencia, que en muchos casos aceptó una disminución de sus ingresos, desempeñando sus mismas funciones, para ayudar a la empresa a no verse obligada a cerrar ante la crisis económica;
  • A todas las Organizaciones No Gubernamentales que buscaron los mecanismos para ayudar al personal de los centros de atención COVID, o a los ciudadanos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, para coadyuvar con ellos en estos momentos;
  • A los servidores públicos que desde sus espacios continuaron desempeñando sus funciones y atendiendo esta nueva realidad, para que los servicios gubernamentales no se vieran detenidos, garantizando el funcionamiento de nuestro Estado, incluyendo evidentemente a los inspectores de los centros de trabajo para garantizar las medidas de seguridad e higiene o a los cuerpos policiacos;
  • A los docentes que buscaron los medios para que sus alumnos no frenaran su aprendizaje pese a la contingencia;
  • A todos aquellos ciudadanos que buscaron la mejor manera de ayudar, desde la entrega de despensas a grupos vulnerables y personas de la tercera edad, elaboración y donación de insumos para protección personal hasta la instalación de comedores comunitarios para recibir a las personas que los necesitaba o un sinfín de formas para ayudar a los potosinos.

Con este punto de referencia, es que esperamos que el año 2021, sea un momento de constante reflexión, no existen palabras que permitan transmitir la gratitud que tenemos con todos aquellos que dejaron algo más que su esfuerzo en la búsqueda de un futuro mejor para nuestro Estado, por ello es que se propone a está Soberanía, que el año 2021 sea declarado como el año de: “la solidaridad médica, administrativa y civil que colabora en la contingencia sanitaria del COVID-19.”

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